Translate

Mostrando las entradas con la etiqueta Cultura. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Cultura. Mostrar todas las entradas

martes, 25 de febrero de 2014

Pueblo de Cuara...

Pueblo agrícola, muy antiguo, de los primeros de Venezuela. Lo más relevante son sus casas de bahareque y techos de teja, está cerca de Quíbor en la carretera que va hacia Cubiro. Es de fácil acceso, todas sus calles están asfaltadas. Cuara es la capital de la parroquia Cuara, del Municipio Jiménez del Estado Lara.

Algo de historia:
 
La Parroquia Cuara Municipio Jiménez Estado Lara  tiene una gran importancia histórica, este agradable pueblo larense se remonta mas allá de los 400 años de fundación, fue ocupada por los Welzarez en tiempos de la colonia. En el año 1554, fecha estimada de su fundación, sus antiguos pobladores echaron raíces en esta zona y bajo la imposición discriminada, ellos se dedicaban a trasladar agua para las siembras de los grandes cultivos de los terratenientes españoles entre los siglos XVI al siglo XVIII.

Sin embargo otras versiones dichas por los Quiboreños Daniel Graterol y Dionisio Perdomo, quienes expresan que existen dos circunstancias que hacen creer que los Cuareños son de origen nórdico y no alemán, esto debido a que el pueblo nórdico se mezclo con el pueblo de las islas canarias que tenían características iguales a los Cuareños  y poseían apellidos como: Rodríguez, Jiménez muy comunes en la actualidad en la parroquia, otra evidencia es la llamada “MATRACA” de Cuara.  

 Es oportuno mencionar que la población de Cuara desde sus orígenes y de acuerdo a su evolución histórica ha tenido varios cambios en su nombre: Primero fue Santa Catalina de Cuara, luego paso a ser Buena Vista de Cuara, por ultimo Cuara,  hoy día Parroquia Cuara, decretado según el artículo 35 de la ley Orgánica del Régimen Municipal lo cual trajo consigo el progreso socioeconómico y político a esta comunidad.

Dentro de la historia específicamente durante la lucha independentista se destacaron los nombres de del Ilustre Cabo José Dorante, el Coronel Mariano Peraza, el General Florencio Jiménez, hijo de estas tierras del Municipio Jiménez. Cuara es la cuna de la madre del General José Antonio Páez, María Vicente Herrera. Por otra parte también existen Otros personajes como: el Bachiller José rodríguez, Yudith Freitez, José Torres (cantautor y poeta), Teresa Heredia (Educadora). Cabe destacar que la parroquia Cuara está identificada por un símbolo llamado la Matraca, tiene una antigüedad de más de 400 años, es un instrumento traído en la época de la colonia por los españoles, específicamente por los primeros misioneros llegados al territorio Venezolano, en la época de la conquista cuya antigüedad tiene un valor cultural, por su gran significado mítico-religioso. La Matraca es en sí un retablo de madera con cuatro cintas de metálicas y unas hebillas también de metal ubicadas encima de las cintas intensificaban el sonido y cumplían la función de alerta y también de reloj, así mismo era utilizada para llamar a los religiosos a la misa y durante esta sustituyendo al mismo tiempo las campanas. Así mismo los caseríos que circundan a la parroquia de Cuara son: San Antonio, El Molino, Quebrada Seca, Las Galias, El Tamarindo, Rancho Grande y Mocundo.

En lo que respecta al ámbito educativo la comunidad cuenta con una Escuela Granja Bolivariana  la cual imparte clases desde simoncito hasta primaria, fue fundada con la ayuda de Aura Bartolón de Rojas, eminente maestra muy querida por la comunidad el 30 de mayo de 1928, por disposición del entonces Ministro de Educación. La primera Escuela Nacional Unitaria Nº 82. Para esa época el insigne Dr. Reinaldo Leandro Mora con apenas 18 años di sus primeros pasos como Educador. Se desconocen otros datos sobre la fundación de dicha Institución. Los archivos fueron quemados accidentalmente. Para el año 1948 la institución paso a ser Escuela Federal Nº437, Su director fue Antonio José Pacheco y los Maestros de aula eran José Sacramento Piñero, Yolanda Ruiz C, Teresa Falcón. En el año 1950, pasa a ser Escuela Municipal Nº1 “Cuara”, en el cual se incorporaron nuevos maestros que fueron Miriam Gonzales de Yepéz y Ana Luisa de Alvarado en ese mismo año se le cambio la denominación  a Escuela Estadal Nº 187 “Cuara”. En el año 1957, es nombrada Escuela Nacional Nº437. Perteneciente al Nucleó Rural Nº1 del Distrito Escolar Nº36 con sede en la Ciudad de el Tocuyo, cuyo supervisor era el propio Daniel Segura C. para el año 1959, pasa a ser Escuela Nacional Graduada ”Cuara”, año en el que ingresa como docente el profesor Germán Falcón Agüero Freitez. En el año 164llega a la institución el nuevo director quien fue muy querido por toda la comunidad. El profesor Pedro Ernesto Jiménez ya (fallecido), así mismo se fueron dando algunos cambios en el personal docente incorporando a otros entre ellos a Jesús Colmenares, María Felicia de Duran, Antonio de Meza, Hermogenes A. Bolívar, Fernando de Nieves, Rosa de Antillano, Amanda Montes, los cuales atendieron a los estudiantes desde primaria a sexto grado. Más tarde en el año 1970 se le anexa el nivel de Preescolar Actualmente (Simoncito) atendido por la docente Nidia Castillo. En el año 1974. Se organizo una comisión Pro-Escuela Granja “Cuara” integrada por los profesores Pedro E. Jiménez, Germán F, Agüero F. Y los señores Juan Freitez  y Ana de agüero, todos ellos con el fin de colaborar a la lucha por la consecución de la escuela granja “Cuara” el primer paso se logro e través del apoyo de la gobernación del estado Lara con la asignación de un lote de terreno por un valor de 27.000 bolívares y el resto del terreno fue donado por el señor Juan Francisco Freitez, para un total de 22 hectáreas. El 29 de septiembre de 1976, después de dos años de duro e intenso trabajo se logra la creación de la nueva institución, atendiendo a los nuevos requerimientos agrícolas de la región con una matrícula de 450 estudiantes en ese mismo año se crea una sección básica de 1º año perteneciente al liceo “Tomas Liscano” de Quibor estado Lara que luego se extendió a 3º año. Por otra parte la población de Cuara cuenta con una Escuela Técnica Agropecuaria, Mención Agrícola y Gestión Social. Actualmente “la Robinsoniana” Fue creada el 23 de septiembre DE 1982, según lo reseña la gaceta oficial Nº32566. Se le asigna el nombre a la institución de “José R Rodríguez” hijo ilustre de esta tierra. Desde 1985. A dicha institución se le otorga la categoría de Escuela Técnica Agropecuaria, conservando el nombre de José R Rodríguez. En 1998, en el Gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías, la institución es dividida en Escuela Granja Bolivariana “Cuara” y Escuela Técnica Agropecuaria “José R Rodríguez” para lo cual se inició un proceso de reestructuración de sus edificaciones, las mismas fueron adaptadas a las nuevas exigencias que la Educación Bolivariana propone tales como: construcción del comedor, sala de computación, sala múltiple, cancha deportiva, servicio de odontología, servicios medico, área de higiene, 3 aulas talleres, un deposito, reparación, modelación, así como la remodelación 23 aulas, dirección, subdirección, sala de profesores, área de administración, baños, estacionamiento y cerca perimetral. Actualmente dicha institución asiste una matrícula de 462 niños y niñas los cuales la mayoría provienen de su ámbito parroquial. Además contribuye con algunas organizaciones a desarrollar diferentes actividades como son: el centro municipal de acompañamiento  al maestro, la sede de las Misiones Educativas Ribas, Sucre y Vuelvan Caras, el centro parroquial de las unidades Territoriales de investigaciones de Educación Bolivariana (UTIEB). La sede parroquial del centro Comunitario de Bienestar Estudiantil. La Biblioteca Escolar, un Centro Bolivariano de Informática y Telemática (CBIT),  Por otra parte cuenta con un personal docente capacitado.

En relación a las familias de Cuara en la actualidad existen 600 grupos familiares, muchas de ellas son allegadas a esta comunidad conformando nuevas urbanizaciones y sectores alrededor de la parroquia, de igual modo el 40% son profesionales y el 60% son mas de casa, agricultores, y artesanos.

María de la Cruz Perdomo: La Cruz Pelona
Hay una leyenda en Cuara que dice que existió una señora de mucha sensibilidad social y que viendo a tanta gente pobre, se dedicó a robar leche, frutas, maíz, etc. para entregárselos a los más necesitados. Una verdadera Robin Hood!. En un par de ocasiones la capturaron y le dieron una golpiza, la segunda vez la mataron. Su cuerpo, despedazado, fue introducido en una tinaja y enterrada. Sus restos desaparecieron por causa de las lluvias. En las afueras del pueblo se le construyó una capilla hace unos 30 años y el segundo fin de semana de mayo, mes de lluvias, se le rinde culto. 

Altura:
980 msnm (en la plaza Bolívar)

Ubicación:
N 09º 52,895'   W  69º 36,418' (en la iglesia)
Capital de la parroquia Cuara, Municipio Jiménez.


martes, 18 de febrero de 2014

Parque Nacional Yacambú




El Parque Nacional Yacambú se ubica al sureste del estado Lara, en jurisdicción de los municipios Jiménez, Andrés Eloy Blanco y Morán. Geográficamente, pertenece a la sierra de Portuguesa, estribación más oriental del piedemonte andino. Constituye el principal reservorio hídrico del estado, ya que protege las cuencas altas de los ríos Tocuyo y Turbio y gran parte de la cuenca del río Yacambú, vitales para el desarrollo agrícola del valle de Quíbor y el abastecimiento de agua de la ciudad de Barquisimeto. Presenta una topografía abrupta, con un paisaje de montaña que contrasta con las condiciones de aridez existentes en la zona nororiental del estado Lara. Por su ubicación geográfica, es un punto clave para la preservación de especies de distribución andina, costera y de los llanos del país. Se destaca por sus altos niveles de diversidad en plantas (especialmente de orquídeas) y aves. El nombre de Yacambú, procede de un antiguo territorio indígena de la etnia Jirajara, que se convirtió en refugio de la población durante la dominación española. Estas tierras ubicadas en las montañas de Dintas, como las llamaban los aborígenes del lugar, es la región ocupada hoy por el pueblo de Sanare y sus alrededores. El acceso al parque se realiza a través de la carretera Quibor-Sanare-Yacambú y posee zonas de recreación, tales como el área recreativa El Blanquito, donde se ha desarrollado un centro de visitantes con áreas para pernoctar en dormitorios colectivos o en carpas; y la laguna El Blanquito, que también ofrece sitios para merendar en kioscos con parrilleras o para la acampada. La fumarola de Sanare, conocida como el Volcán del Humo, constituye uno de los mayores atractivos turísticos del parque, ya que produce fuertes detonaciones a causa de la gran cantidad de gases que se acumulan subterráneamente y que escapan a la superficie con tanta fuerza que a veces originan desprendimientos de rocas.

Creación:

Creado el 12 de junio de 1962 según Decreto Nº 771, publicado en Gaceta Oficial Nº 26.873 del 13 de junio de 1962. Esta declaratoria solo cubría una pequeña porción de la cuenca del río Yacambú, representada básicamente por la cuenca alta de las quebradas Negra y La Escalera. Con la formulación del proyecto Yacambú-Quíbor a principios de la década de los 70, se reformaron los límites iniciales mediante Decreto N° 1.520 de fecha 14/04/1976, publicado en Gaceta Oficial Nº 30.974 del 05/05/1976, aumentado la superficie protegida a 14.580 Ha. El 13 de enero de 1999, fue ampliado nuevamente a través del Decreto Nº 3.222, publicado en Gaceta Oficial Nº 5.293-E del 26/01/1999.

Su objetivo es proteger la región conocida como el “Volcán” ubicada en jurisdicción del municipio Jiménez del estado Lara, por constituir un reservorio hídrico y una extraordinaria belleza escénica. Actualmente, cubre un 33% de la cuenca del río Yacambú.

Ecosistemas:

Los factores climáticos condicionan a los bosques como principal cubierta vegetal. Destaca la presencia de ecosistemas de bosques nublados, húmedos y semi-deciduos, y de matorrales y sabanas en zonas con uso parcialmente agrícola. La vegetación se caracteriza por presentar una amplia gama de ecotipos y especies, debido a las diferencias climáticas y topográficas centradas en un ámbito geográfico relativamente pequeño. Los bosques ombrófilos submontanos y montanos, que constituyen la vegetación predominante son siempre verdes, densos, de tamaño medio y con 2 ó 3 estratos arbóreos. Existe un alto nivel de endemismo, principalmente en los bosques nublados, siendo el 14 % de sus orquídeas endémicas. Los bosques nublados pueden presentar hasta cuatro estratos, observándose en el estrato superior árboles de más de 15 m de altura. En este ecosistema se han reportado cerca de 600 especies vegetales, pero se estima que pudiera haber unos varios cientos más.

Clima:

De manera general, el clima es templado de altura tropical. Las temperaturas se encuentran directamente relacionadas con la altura y oscilan entre los 14 y 22 ºC, con una media anual de 20,6 °C. La precipitación media anual es de 2.040 mm con valores entre 1.700 y 2.400 mm. La evaporación media anual es del orden de los 1.633 mm. Debido a las altas precipitaciones y nubosidad, el clima va de húmedo a súper húmedo, con un periodo de lluvias que inicia en abril y culmina en diciembre.

Especies representativas:

La fauna es diversa, rica en especies de mamíferos y aves. Entre los mamíferos destacan: el oso frontino (Tremarctos ornatus), el mono capuchino (Cebus olivaceus), el mono araguato (Alouatta seniculus), el puma (Puma concolor), la lapa (Cuniculus paca) y el puerco espín (Coendou prehensilis). La avifauna es muy abundante y variada. Resalta la presencia de 4 especies endémicas de Venezuela: Laterallus levraudi, Pyrrhura hoematotis, Chlorostilbon alice y Sternoclyta cyanopectus. Otras especies de aves que se observan son: el paují copete de piedra (Pauxi pauxi), la guacharaca (Ortalis ruficauda), el tucán pico de frasco (Aulacorhynchus sulcatus), el querrequerre (Cyanocorax yncas), la tángara (Tangara guttata) y el gargantillo (Atlapetes brunneinnucha). Los inventarios de reptiles y anfibios son escasos.

Son comunes especies de plantas como el roble (Platimiscyum politachyum), el bucare (Erythrina poeppigiana), el chaparro (Machaerium acuminatum) y el araguaney (Tabebuia chrysantha). Otras especies típicas de los bosques nublados de Venezuela tales como: Calatola venezuelana, Alchornea triplinervia, Zanthoxylum ocumarense, Posoqueira coriacea, Sloanea caribaea, Simira erythroxylon y Gyranthera caribensis, están bien representadas. Yacambú destaca por su diversidad de orquídeas, encontrándose especies endémicas del país como: la fucsia (Fuchsia tillettii) y Raputia larensis, una especie única de los estados Lara y Yaracuy, y otras como la flor de mayo (Cattleya mosiae). A su vez, alberga una gran variedad de líquenes, hongos, helechos arborescentes (Cyathea sp.) y epífitas de las familias Bromeliciaea, Araceae y Liliaceae. Algunas especies raras que se han encontrado son: Lafoensia punicifolia y Simira lezamae, pertenecientes a la familia de las Rubiaceae.

Hidrografía:

La red hidrográfica de la zona está representada por las cuencas altas de los ríos Turbio y Tocuyo y gran parte de la cuenca media y alta del Yacambú. El río Yacambú, principal colector del área tiene su nacimiento en la fila de Palenque y el Llorón a unos 1.400 msnm, recorriendo una longitud de 26,3 km. hasta el cañón de Angostura a una elevación de 600 m. Entre sus principales afluentes se encuentran las quebradas: El Bajío, La Fuente, Agua Blanca, Negra y Honda. El drenaje es de carácter torrencial, con una alta capacidad de arrastre de sedimentos. En la cuenca del río Yacambú se desarrolla desde los años 70 un proyecto denominado “Yacambú-Quíbor”, el cual tiene por objeto el aprovechamiento de los recursos hídricos de la zona, transvasando el agua por un túnel de 24 Km excavado bajo las montañas, desde el flanco sur de la sierra de Portuguesa hasta el valle de Quíbor, con una cota de inundación de embalse en los 800 m de altitud, en la vertiente norte de la divisoria de la cuenca. Cabe destacar que se presume la existencia de aguas subterráneas en el Yacambú, debido principalmente a la presencia de la fumarola de Sanare.




lunes, 17 de febrero de 2014

De viaje a Guadalupe

Guadalupe, pequeño y apacible pueblo del municipio Jiménez, ubicado  a 41  kms. de  Barquisimeto (desde el distribuidor San Francisco), se llega transitando la autopista Florencio Jiménez y la carretera Quíbor-Guadalupe, a través de bellos paisajes del semiárido larense. A lo largo de este trayecto se consiguen varias ciudades y pueblitos como Quíbor y Tintorero, siendo este último, referencia nacional en la elaboración de finas y variadas artesanías; igualmente se encuentran pequeños restaurantes de comida típica.

Al llegar a Guadalupe descubrirá otra población del estado Lara con una fuerte vocación artesanal, especializada en el tallado de madera. Sus calles son de tierra y lo más interesante es la cantidad de pequeños negocios que venden lindos trabajos artesanales de madera.

Lo más adecuado es ir los fines de semana, preferiblemente en la mañana, para que consiga mayor variedad en la  exposición que se coloca a cada lado de la carretera. Allí encontrará todo tipo de frutas talladas en madera, desde miniaturas hasta tamaño natural y en diversos colores. Las mejores flores de toda la zona también las encontrará allí; no sólo los tradicionales Tulipanes y las Margaritas, ya que los diseños han evolucionado tanto, que puede encontrar pequeñas Orquídeas, Calas y Aves del Paraíso, las cuales pueden desarmarse en piezas para trasladarlas sin peligro a perderlas. Además, encontrará tallas de figuras relevantes, pesebres, animales y puede encargar algunos diseños de colección, sobre todo si llega a entrar en las casas y consigue al tallador en plena faena.

Además de visitar la variedad de puestos artesanales que se encuentran esparcidos por el poblado, puede aprovechar a visitar su plaza Bolívar, poseedora de un peculiar toque colonial o pasearse por la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, construida el 8 de septiembre de 1826 por el señor Luís Bonilla, una de las más antiguas del Estado.

Museo Antropológico de Quíbor

Centro Científico, Antropológico y Paleontológico del Estado Lara

A mediados de la década de los 60 un grupo de maestros y artesanos de la Escuela Artesanal La Ermita iniciaron el acopio de vasijas, collares y restos humanos recuperados en el valle de Quíbor. La aparición del Cementerio Aborigen Boulevard de Quíbor, así como los objetos antes mencionados, motivó su fundación en la ciudad de Quíbor en el año 1965, al cual se le otorgó como sede el local del antiguo Puesto de Salud, que para ese entonces estaba mudándose a una nueva edificación hospitalaria. Posteriormente, en 1981, este centro de investigación se transforma en el Museo Arqueológico de Quíbor, constituyéndose así en un ámbito de estudio, conservación y difusión del patrimonio arqueológico regional sobre la base de la excavación sistemática del cementerio arqueológico antes mencionado y de la permanente exposición tanto de los objetos extraídos en las distintas excavaciones como de otros proporcionados por los habitantes de la zona.

El objetivo fundamental del Museo Arqueológico es la indagación de los resultados obtenidos a través de los estudios rigurosos, haciendo uso del lenguaje museológico y de la objetivación que provee la museografía, las charlas, los audiovisuales, los seminarios y las publicaciones diversas junto con el producto de las excavaciones en el cementerio del centro de la ciudad y de otros sitios arqueológicos; contando evidentemente con el apoyo de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela y de Fundacultura.

El Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo Se encuentra ubicado en la Avenida Pedro León Torres con calle 10. Este conjunto edilicio tuvo sus inicios en una sola edificación correspondiente a lo que era para el año 1948 el local del antiguo Puesto de Salud del poblado, conformado por un volumen de planta rectangular con techo a dos aguas. Este inmueble fue ocupado a finales de los 60 por la Casa de la Cultura, hasta el año 1971, cuando pasa a ser sede del otrora Centro Científico, Antropológico y Paleontológico de Quibor, denominado en 1981 Museo Arqueológico de Quibor y desde 1999 Museo Antropológico de Quibor Francisco Tamayo.

Para 1995, gracias al respaldo ofrecido por la Gobernación del estado Lara y por el Instituto del Patrimonio Cultural se inició el rescate y la ampliación de la infraestructura del conjunto investigativo, al mismo tiempo que la renovación total de sus espacios expositivos. Se crea así, un proyecto cuyo diseño lo componen varios volúmenes aislados e independientes, asociados al inmueble original, que albergan espacios destinados a servicios de apoyo al museo y a los tres usos principales de investigación, exposición y extensión. Estas nuevas construcciones con plantas de formas puras circular, cuadrada y triangular, se relacionarían con el primer inmueble existente, a partir de su composición geométrica y presencia de escalas y dimensiones de superficies similares.

En el año 1999, el Museo Arqueológico cambia su denominación por Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo, en honor de aquel célebre botánico, naturalista, conservacionista, lexicógrafo y antropólogo Francisco Tamayo, quién nació en Sanare el 4 de octubre de 1902 y murió en Caracas el 14 de febrero de 1985. Ingresó en la Universidad Central de Venezuela, para cursar estudios de medicina que nunca terminaría. Luego, en el año 1936, inicia su carrera universitaria para obtener el título de Profesor en Ciencias Biológicas, en el recién fundado Instituto Universitario Pedagógico de Caracas, donde se graduó en 1943. Se especializó en Ciencias Biológicas en Buenos Aires y San Isidro (Argentina). En Caracas fue alumno de Henry Pittier. Como botánico llevó a cabo exploraciones para la clasificación de la flora venezolana. Fue cofundador de la Estación Biológica de los Llanos en Calabozo, estado Guárico, participó en la reorganización del herbario del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas y ayudó a la recuperación de la hoya hidrográfica de Tacagua. También hizo estudios de carácter antropológico acerca de la importancia que tuvo el comercio de conchas marinas entre los grupos prehispánicos de los estados Falcón y Lara. Construyó un sistema clasificatorio de la cerámica prehispánica del estado Lara y realizó importantes investigaciones sobre las tradiciones y el léxico presentes en su estado natal.

Este museo es valorado nacional e internacionalmente por estudiantes de odontología, antropología y arqueología, quienes gozan de los servicios de extensión que presta para toda la colectividad en general.

Actualmente, se ha rehabilitado el edificio original y se han construido dos de los inmuebles correspondientes al uso de investigación, cuyo edificio principal es de forma cilíndrica en tres pisos, elaborado en paredes de alfarería hueca y bloques de concreto, así como el inmueble destinado a las residencias de investigadores, de planta rectangular.

La Colección de objetos del Museo Antropológico de Quíbor, Es una de las colecciones más emblemáticas de la arqueología venezolana, gracias a la gran variedad de bienes arqueológicos y paleontológicos que reposan tanto en sus espacios expositivos como en sus depósitos.

Aun cuando el Museo Antropológico de Quíbor es uno de los centros de investigaciones y sede para los estudios regionales, este conjunto de piezas es el producto de reiterados seguimientos científicos que han tenido lugar a lo largo de 100 años, tanto por especialistas venezolanos como extranjeros, y de la donación de objetos por parte de los locales quienes los han hallado en los alerededores del valle quiboreño.

En la colección se pueden observar artefactos líticos, asociados a sitios talleres y de matanza de animales pleistocénicos hoy extintos, así como también un conjunto de restos óseos de animales, cuyas dataciones oscilan entre los 10000 y los 5000 antes del presente. De igual manera, se encuentran fósiles de flora, provenientes de Las Tres Cruces, La Hundición, La Mesa, Los Planes de Giosne, El Vano y Quebrada Las Raíces, entre otros. Por otra parte y en lo que se refiere a la cerámica prehispánica, el Museo Antropológico de Quíbor cuenta con fragmentos, artefactos y vasijas casi completos, provenientes de Quebrada Tocuyano y Camay, que son propios de la tradición artesanal conocida como Tocuyano o Tocuyanoide, la cual data de 2200 años antes del presente y que está caracterizada por una cerámica pintada con motivos plásticos complejos, apéndices y aplicados geométricos, antropomorfos y zoomorfos y pintura policromada, rojo, marrón y blanco.

Además, se ubica una importante representación de la tradición artesanal de épocas más recientes y que viene del Cementerio Boulevard de Quíbor, entre la que destacan los enterramientos humanos de los cuales sólo quedan las osamentas flexionadas en posición cubito dorsal o extendidas y con algunas evidencias de sus mortajas o fardos funerarios, junto con los cuencos multípodes (ceibas), vasijas efigies y los soportes bicónicos, entre otros. Del Cementerio Boulevard de Quíbor, el Museo Antropológico guarda gran cantidad de objetos de concha (provenientes del Boulevard de Quíbor y de Rincón de la Guardia, Guadalupe, Tocuyano y Las Locas) como: Strombus gigas, Melongena melongena y Pomacea urceus y otros univalvos y bivalvos hasta ahora inidentificados, entre los cuales sobresalen los cubre sexos, los brazaletes, los collares, los pendientes, las placas aladas o pectorales y los intrumentos musicales.

Otros bienes etnográficos también se registran en esta colección, los cuales están constituidos por alfarería de algunos artesanos de los caseríos adyacentes, cestería de fibras vegetales flexibles y tejido y talla sobre especies vegetales. Además, existe una buena sección de artefactos líticos tales como puntas de proyectil, metates, raspadores, hachas, hachuelas y otros tantos hechos de hueso y concha, como: agujas y husos.

Finalmente, un grupo grande de restos óseos humanos y zooarqueológicos, botánicos, vidrios y cerámica colonial y republicana están presentes dentro de esta colección. Todo viene de muchos sitios arqueológicos que han sido reportados en el marco de los proyectos regionales del valle de Quíbor y de otros tantos al norte y oeste del estado Lara y que se exponen constantemente en los espacios del museo.


sábado, 1 de febrero de 2014

Fiestas en Quíbor

Quíbor celebra sus fiestas la tercera semana de enero, el tercer viernes de enero en honor a su patrona la virgen de Nuestra Señora de Altagracia. El cuarto viernes de enero se realiza la Serenata a la Virgen de Altagracia.
En honor la Virgen de la Candelaria el 1 de febrero se corre el "Toro de La Candelaria" que es un toro de fuego confeccionado con fuegos artificiales.
Las celebraciones de la Semana Santa que se realizan en Quíbor están consideradas de las mejores de Venezuela.
El baile del Tamunangue es típico de la zona y se realiza en el canto de golpes, aguinaldos, velorios y rosarios de ánimas.
La Semana Santa de esta región está considerada como una de las mejores de Venezuela, en organización, arte y asistencia turística.