Guadalupe, pequeño y apacible pueblo del municipio Jiménez, ubicado a 41 kms. de Barquisimeto (desde el distribuidor San Francisco), se llega transitando la autopista Florencio Jiménez y la carretera Quíbor-Guadalupe, a través de bellos paisajes del semiárido larense. A lo largo de este trayecto se consiguen varias ciudades y pueblitos como Quíbor y Tintorero, siendo este último, referencia nacional en la elaboración de finas y variadas artesanías; igualmente se encuentran pequeños restaurantes de comida típica.
Al llegar a Guadalupe descubrirá otra población del estado Lara con una fuerte vocación artesanal, especializada en el tallado de madera. Sus calles son de tierra y lo más interesante es la cantidad de pequeños negocios que venden lindos trabajos artesanales de madera.
Lo más adecuado es ir los fines de semana, preferiblemente en la mañana, para que consiga mayor variedad en la exposición que se coloca a cada lado de la carretera. Allí encontrará todo tipo de frutas talladas en madera, desde miniaturas hasta tamaño natural y en diversos colores. Las mejores flores de toda la zona también las encontrará allí; no sólo los tradicionales Tulipanes y las Margaritas, ya que los diseños han evolucionado tanto, que puede encontrar pequeñas Orquídeas, Calas y Aves del Paraíso, las cuales pueden desarmarse en piezas para trasladarlas sin peligro a perderlas. Además, encontrará tallas de figuras relevantes, pesebres, animales y puede encargar algunos diseños de colección, sobre todo si llega a entrar en las casas y consigue al tallador en plena faena.
Además de visitar la variedad de puestos artesanales que se encuentran esparcidos por el poblado, puede aprovechar a visitar su plaza Bolívar, poseedora de un peculiar toque colonial o pasearse por la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, construida el 8 de septiembre de 1826 por el señor Luís Bonilla, una de las más antiguas del Estado.
Al llegar a Guadalupe descubrirá otra población del estado Lara con una fuerte vocación artesanal, especializada en el tallado de madera. Sus calles son de tierra y lo más interesante es la cantidad de pequeños negocios que venden lindos trabajos artesanales de madera.
Lo más adecuado es ir los fines de semana, preferiblemente en la mañana, para que consiga mayor variedad en la exposición que se coloca a cada lado de la carretera. Allí encontrará todo tipo de frutas talladas en madera, desde miniaturas hasta tamaño natural y en diversos colores. Las mejores flores de toda la zona también las encontrará allí; no sólo los tradicionales Tulipanes y las Margaritas, ya que los diseños han evolucionado tanto, que puede encontrar pequeñas Orquídeas, Calas y Aves del Paraíso, las cuales pueden desarmarse en piezas para trasladarlas sin peligro a perderlas. Además, encontrará tallas de figuras relevantes, pesebres, animales y puede encargar algunos diseños de colección, sobre todo si llega a entrar en las casas y consigue al tallador en plena faena.
Además de visitar la variedad de puestos artesanales que se encuentran esparcidos por el poblado, puede aprovechar a visitar su plaza Bolívar, poseedora de un peculiar toque colonial o pasearse por la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, construida el 8 de septiembre de 1826 por el señor Luís Bonilla, una de las más antiguas del Estado.
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