La ciudad de Quíbor es la capital del Municipio Jiménez en el
estado Lara en Venezuela. Tiene 70.536 habitantes, la mitad de la
población del municipio. Quíbor es la parroquia de Juan Bautista Rodríguez.
Quíbor quiere decir en la lengua indígena sembrar y cosechar
lo es muestra de la riqueza agrícola de estas tierras. Asentamiento
importante antes de la llegada de los colonizadores, Quíbor se ha
convertido por sus yacimientos arqueológicos en uno de los lugares más
relevantes e Venezuela. En el Museo Antropológico de Quíbor se guardan
las piezas que se han ido hallando en dichos yacimientos. Sobre el
poblado autóctono se fundó en 1620 por Francisco de la Hoz Berríoel
pueblo de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor. Es un centro
importante de servicios, agrícola y artesanal, situado en el medio de
una muy fértil e importante zona agrícola...Aún cuando su actividad
principal es la agricultura,
siendo el mayor productor de cebollas y tomates del país, Quibor es muy
famoso por su artesanía, y es el mercado artesanal uno de los mayores
atractivos turísticos del pueblo. En este mercado se puede disfrutar del
trabajo, especialmente del barro, que sus pobladores desde tiempos
inmemorables han venido desarrollando.e
Frente a la plaza Bolívar se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de
Altagracia fue fundada en el año de 1963, fue el asentamiento de los
hermanos franciscanos para llevar el evangelio a los indígenas de la
zona.
Antes de la llegada de los conquistadores españoles el valle
de Quíbor estaba e habitado por indígenas gayones de familia
jirajarana. La organización social de los indígenas habitantes del valle
de Quíbor era el cacicazgo. Esta organización social se distingue por
poseer un jefe o cacique que es el responsable de la redistribución de
los excedentes económicos. Este jefe puede ser también jefe militar e
incluso religioso. La agricultura estaba desarrollada. La metalurgia aun
se limitaba al tratamiento de metal para objetos decorativos y no se
había desarrollado la escritura.
Arqueológicamente, esto queda
atestiguado por los descubrimientos realizados en las necrópolis
cementerio Boulevard de Quíbor y cementerio Las Locas tanto a nivel de
las ofrendas y ornamentos hallados en las tumbas como por los estudios
antropológicos realizados a los restos óseos encontrados que evidencian
diferencias importantes en la nutrición y sanidad. Estos restos están
datados alrededor del año 400 d. C. Hacia el año 1000 ya hay una clara
estratificación social y una organización que permitía realizar
construcciones y mejorar la producción agrícola.
Las crónicas de
la conquista dan fe de la existencia de unas poblaciones altamente
organizadas en las áreas política, económica y social, liderados por
jefes o señores que eran llamados Manaure. Los primeros pobladores
fueron los Ajaguas o Achagua.
Las primeras noticias que se tienen
por parte de los colonizadores españoles datan de 1545 cuando López
Montalvo de Lugo, siguiendo las órdenes del gobernador Jorge Spira se
adentra en la llanura que hoy forma el estado de Lara. Lopéz Moltalvo
llegó a una tierra que sus habitante denominaban Quíboc, y a veces
Quibure, en castellano «cosecha».
En junio de 1620 Capitán
General Francisco de La Hoz Berríos, que era gobernador de la provincia
de Venezuela, manda fundar, sobre el poblado indígena existente, la
población de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor proporcionando así
un refugio intermedio entre los asentimientos de Barquisimeto y El
Tocuyo. Según se recoge en los archivos parroquiales, para 1620 ya era
denominado como pueblo.
El desarrollo de Quíbor se produce en el siglo XIX. Para 1828 ya tenía la categoría de villa.
Simón
Bolívar pasa por la villa de Quíbor el 16 de agosto de 1821 en un
recorrido que hizo desde Barquisimeto al El Tocuyo. El recibimiento fue
muy bueno ya que la villa era mayoritariamente independentista y había
aportado muchos de sus hombres y mujeres a la causa. La tradición oral
mantiene la historia y cuenta... "Su excelencia Simón Bolívar,
Libertador de Venezuela y la América del Sur, fatigado de cansancio y
calor, ordenó un alto debajo de una gran caída, al lado del camino real,
cerca de la quebrada Atarigua, en la entrada del pueblo, donde mitigó
la sed y sombreó por un rato. También se aprovechó la parada para darle
de beber a los caballos con agua de la referida quebrada".
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